Bajo este término agrupamos un conjunto de enfermedades que se caracterizan por presentar una alteración en la regulación del movimiento, ya sea por un exceso o por defecto del mismo.
El trastorno del movimiento más frecuente en la población general es el temblor esencial, aunque no es el que motiva más consultas al neurocirujano dado que su curso es generalmente benigno. Dentro de los trastornos del movimiento el que presenta más incidencia de actuación neuroquirúrgica es la enfermedad de Parkinson dado que su curso es evolutivo y con frecuencia incapacitante.
El sustrato de estos cuadros clínicos radica en una alteración en los mecanismos que regulan el movimiento. Estos pacientes presentan un lesión en la vía extrapiramidal, se trata de una serie de núcleos cerebrales cuya función es coordinar y refinar el movimiento que se origina en la corteza cerebral. La alteración en estos mecanismos ya sea por un defecto o un exceso de inhibición/activación de ciertas vías serán las causantes de estos trastornos del movimiento.