En los dolores lumbares crónicos podemos servirnos de una buena historia clínica y de pruebas complementarias para determinar su origen. Existen pacientes en los que el mecanismo del dolor, se debe a una mala función de las articulaciónes responsables del movimiento de la columna vertebral, esta disfunción es responsable de un proceso inflamatorio a nivel de la articulación lo que provoca dolor. Para disminuir el dolor la musculatura bloquea el segmento inflamado, lo que provoca contracturas musculares y en consecuencia dolor a medio plazo.
Este mal engranaje provoca clínica dolorosa a nivel de dichas articulaciones. Este cuadro es especialmente frecuente a nivel lumbar. En estos casos el paciente aqueja cuadro doloroso normalmente a ambos lados de la columna que se incrementa con el ejercicio y con los movimientos de extensión.
El tratamiento de elección para estos casos consiste en practicar una rizolisis, provocar una lesión por medio de calor a nivel del nervio que se encarga de inervar dicha articulación.
El procedimiento se realiza en el quirófano con asistencia radiológica y el paciente puede ser dado de alta tras el procedimiento.
En muchos casos, dada la asociación a contracturas musculares, se asocian sesiones de ozonoterapia intramuscular a la rizolisis.
Se trata de procedimientos muy poco agresivos para la columna, pues no lesiona ninguno de los elementos responsable de la estabilidad de la columna, en conjunto entre el 80-85% de los pacientes afectos de síndromes facetarios presentan una mejoría notable con estos procedimientos.